martes, 11 de enero de 2011

Javier Marías: «Los años diez»

Acaba de comenzar una nueva década, la de los años diez.

La anterior careció de nombre, no sé por qué; debería haber sido la de los años cero, no sólo por ese número que apareció insistentemente y duplicado, sino por la degradación general que los ha acompañado en casi todos los ámbitos.

Se iniciaron significativamente con los aviones estrellados contra las Torres Gemelas, y desde entonces una legión de fanáticos asesinos ha causado millares de muertos en todas partes, ha cambiado nuestras costumbres y ha propiciado que los gobiernos democráticos lo sean cada vez menos. La mayoría de los vivos actuales no llegaremos a ver el fin de esa permanente amenaza. Pero bueno, cada época tiene sus peligros y sus miedos, y, tras tomar nota de su existencia, hay que hacer caso omiso de ellos para seguir adelante.

Más raro y más inquietante parece el proceso de locura y estupidez colectivas que va aquejando a no pocos países, y todos sabemos cuán fácilmente se contagian esos dos males, sobre todo cuando empiezan a no ser percibidos como males, sino como lo normal y aun apreciable. En los sitios en que los ciudadanos aún votan a sus gobernantes, y tienen en teoría la capacidad para sustituirlos, nos vamos encontrando con fenómenos cada vez más inexplicables para el sentido común y la decencia.

En Venezuela ha sido apoyado masivamente un individuo, Hugo Chávez, que se dio a conocer por una tentativa de golpe de Estado militar –militar, no se olvide– que lo llevó a la cárcel. Pronto fue amnistiado, y los electores lo premiaron convirtiéndolo en su Presidente pese a estar más que probada su falta de sentido democrático. Fue como si Pinochet o Videla hubieran fracasado, en su momento, en sus respectivos golpes de Estado, y tras cumplir una breve condena hubieran sido elevados por los electores a máximos mandatarios de Chile y de la Argentina.

Al arrancar esta nueva década, Chávez ha decidido legislar durante 18 meses a golpe de decreto, lo que le va a permitir hacer reformas en la Constitución, ya rechazadas por los venezolanos, y convertir su país en una dictadura sin disimulos. El modelo de Hitler, que alcanzó el poder a través de las urnas para luego abolirlas, sigue vivo. Lo asombroso es que esos mismos venezolanos votaran, ya la primera vez, a un golpista militar del que no cabía esperar otra deriva.

El de Chávez es el modelo de Hitler,

que alcanzó el poder a través

de las urnas para luego abolirlas".

En los Estados Unidos se reeligió, en 2004, a Bush Jr después de que hubiera fundadas sospechas de fraude electoral en su victoria de 2000, y de que ya fuera patente que había mentido y engañado para desencadenar la Guerra de Irak en 2003. A la mayoría no le importó lo más mínimo. De Rusia más vale no hablar, no habría espacio.

En cuanto a Italia, se ha elegido repetidamente a Berlusconi, un sujeto turbio desde antes de su entrada en política, condenado por corrupción y soborno (pero cuando los delitos ya habían prescrito, convenientemente) y cuya mano derecha durante años lleva ya tiempo en la cárcel por colaboración mafiosa. Gobierna de manera similar a como lo hace Chávez, legislando en su exclusivo interés particular y difamando, mediante su cuasi monopolio mediático, a cuantos se le oponen.

Ahora nos enteramos de que quien acaba de ser elegido Primer Ministro de Kosovo, Hashim Thaci, está acusado –y no por cualquier irresponsable, sino por el relator para los Derechos Humanos del Consejo de Europa– de haber sido jefe de una red criminal que engordaba a presos serbios, como si fueran ocas, para más tarde pegarles un tiro, trocearlos y vender sus órganos, principalmente los riñones. Eso entre otras actividades por el estilo de nobles. No es posible que en un lugar tan pequeño la gente que hoy lo ha votado (aunque haya dudas sobre la limpieza de las elecciones, claro) no tuviera ni idea de la catadura de semejante elemento, si las acusaciones resultaran ser ciertas. Pero éstas son tan llamativas y graves –y más viniendo de donde vienen– que la mera posibilidad de que lo sean bastaría para que los kosovares, por si acaso, le hubieran dado la espalda. No ha sido así, y eso ya es inexplicable.

No caben aquí más ejemplos, aunque los haya. Es como si cada vez más gente apoyara a delincuentes indudables o probables y quisiera ser gobernada por ellos. No me extrañaría mucho que, de extenderse la tendencia, los narcos mexicanos acabaran rigiendo, por aclamación popular, los destinos de su país, o la Camorra, la Mafia y la ’ndrangheta (pronúnciese “landrángueta”), en plan triunvirato, los de Italia. En España ya hay ejemplos menores de las mismas simpatía y admiración hacia los delincuentes. Los incontables acusados de corrupción (de varios partidos, pero sobre todo del PP que en breve puede mandar sobre nosotros con mayoría absoluta) suelen ser defendidos y refrendados por sus electores, que los recompensan por los indicios de criminalidad que los señalan.

No sería descartable que Mario Conde ocupara hoy La Moncloa si sus delitos se hubieran destapado en estos años, y no cuando se descubrieron. Recuérdese que era un ídolo para la mayoría de españoles y que la Universidad Complutense le otorgó un doctorado honoris causa –esa cosa tan devaluada en todas partes– con asistencia del Rey al solemne y estúpido acto con espantoso birrete con cortinilla.

Así está el panorama al iniciarse los años diez. No quisiera ser agorero, pero hay algunas actitudes colectivas que empiezan a recordar a las de los años treinta del pasado siglo, cuando a la gente le dio por confiar en palmarios fantoches, matones, bribones, gangsters, bestias pardas y dictadores.

JAVIER MARÍAS · EL PAÍS

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viernes, 7 de enero de 2011

Guía para el uso de Twitter con fines de activismo

DigiActive nos ofrece la traducción al español de su Guía para el uso de Twitter con fines de Activismo.

Comienza con una explicación del funcionamiento de Twitter y su terminología, y después presenta cinco usos de Twitter por activistas, cada uno ilustrado con un caso de estudio.

A continuación presenta una estrategia paso a paso para el uso de Twitter con fines de cambios políticos y sociales, con una lista de lo que se debe o no hacer.

Finaliza con recursos adicionales, recomendación de aplicaciones, lecturas adicionales y alternativas a Twitter.

[Descarga: Guía DigiActive para el uso de Twitter con fines de Activismo (pdf)]

Vía | Global Voices Online

lunes, 3 de enero de 2011

Si imprimiéramos Twitter sería así (infografía)

La gente de Cartridge Save de Inglaterra, desarrolló una infografía muy interesante en donde nos muestra lo que se obtendría si imprimiéramos Twitter.

Por ejemplo los 7.000 millones de tweet que existen hasta la fecha en que se creó la infografía, están compuestos por 104.860 millones de palabras.

Si imprimiéramos Twitter el papel pesaría 3.5 millones de libras.

A continuación la infografía,


Fuente

GEEKSROOM

Alfabeto emocional o como no morir en el intento de ser feliz



En el inicio del año, época que se nos brinda momentos del reflexión y de ponerse los más promisorios objetivos para 2011, me puse a curiosear sobre como vivir mejor, a raíz de un documental sobre la Serotonina que vi en televisión.

Es así como supe del doctor Juan Hitzig quien estudió las características de algunos longevos saludables y concluyó que más allá de las características biológicas, el denominador común de todos ellos radicaba en sus conductas y actitudes.

“Cada pensamiento genera una emoción y cada emoción moviliza un circuito hormonal que tendrá impacto en las 5 trillones de células que forman un organismo –explica–.

Las conductas “S”: serenidad, silencio, sabiduría, sabor, sexo, sueño, sonrisa, promueven secreción de serotonina:


…mientras que las conductas “R”: resentimiento, rabia, rencor, reproche, resistencias, represión, facilitan la secreción de coRtisol, una hormona coRRosiva para las células, que acelera el envejecimiento:

Las conductas “S” generan actitudes “A”: ánimo, amor, aprecio, amistad, acercamiento.

Las conductas “R” por el contrario generan actitudes “D”: depresión, desánimo, desesperación, desolación.

Con sólo aprender este alfabeto emocional, lograremos vivir más tiempo y mejor, porque la “mala sangre” (mucho cortisol y poca serotonina) deterioran la salud, posibilitan la enfermedad y aceleran el envejecimiento. El buen humor, en cambio, es clave para la longevidad saludable.”

Más info:

Juan Hitzig en YouTube
Libro: "Cincuenta y tantos"

Lean sobre la Serotonina en la Wikipedia esa magnífica enciclopedia que todos podemos enriquecer.