jueves, 27 de mayo de 2010

Carlos



Carlos. Una película de aventuras. Las aventuras de un asesino. El retrato de un iluminado que provocó un auténtico terremoto en el Festival de Cannes.

Las relaciones de caudillaje sangriento con organizaciones terroristas como el Frente Popular para la Liberación de Palestina, el Ejército Rojo Japonés o las Células Revolucionarias alemanas, algunas de las acciones criminales más espectaculares en el currículo de este auténtico paradigma del 'terrorista total' (primero por ideología, luego por dinero) y sus contradictorios nexos con algunos gobiernos de Oriente Próximo más o menos implicados en actos terroristas en los 70, 80 y 90 (hasta su detención en 1994 en Sudán y su posterior extradición a Francia) desfilan por las cinco horas y media de Carlos.


Carlos, la serie, dice el diario El País de España, es una obra extraordinaria, plagada de ritmo y protagonizada por un actor en estado de gracia, el venezolano Edgar Ramírez un actor que tuvo que hacer psicoterapia durante el rodaje y que por las noches, en su cama de hotel, no conseguía dormir ni quitarse de la cabeza las tribulaciones de El Chacal. "Sólo tuve dos modelos para componer este personaje", ha dicho Edgar Ramírez, "el Marlon Brando de 'Un tranvía llamado deseo' y el rey Carlos V de España".

En cuanto a los alcances de su recién estrenada popularidad hollywoodense, explica que su personaje de Ilich Ramírez Sánchez le abrirá nuevas posibilidades.
“Hacer una película biográfica sobre alguien que todavía vive siempre es complicado. Me enfrenté a multiples contradicciones porque Carlos es un personaje extravagante y misterioso, ubicado en la época de la guerra fría que son años especialmente llenos de mitos en los que es difícil saber la verdad”. Incluso ahora que ya lo interpretó durante tres meses, Edgar Ramírez todavia no está seguro de su postura respecto a El Chacal.

“Creo que sobre todo la película presenta su dimensión humana; no sabría decir si fue un mercenario o un idealista pero estoy seguro de que su vida está repleta de decisiones trascendentales que no fueron fáciles”.


"La historia se filmó con actores de cinco idiomas. Fue tan intenso que todavía no me puedo sacar a de la cabeza al personaje, no puedo expresar mi opinión sobre Ilich porque mis pensamientos son un laberinto”, declaró Edgar Ramírez.

Dedicado ahora a bajar los ocho kilos de peso que había subido, Édgar Ramírez remata con una idea clara: “Conocí a un hombre detrás de una leyenda”.


Lean: El verdadero Chacal le escribe a Edgar

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